Toda mi vida he creído ser insignificante, una mota de polvo en el universo, y la mayoría de los que me rodeaban, empezando por mi padre, así me lo hacían saber continuamente con sus actos...mi corazoncito por aquel entonces era minúsculo.
Nadie es perfecto y menos yo, quizás se me puede pulir un poquitin mas, como a una gema, tallarle lados que no se ven y sacarle mas brillo... pero para ello hace falta un habilidoso tallador de gemas en bruto como yo.
Y ese fue mi condimento final a esta sopa de letras sin ordenar que fue mi vida...encontré al tallador casi perfecto.
Un tallador capaz de ver la perfección de mi talla y sin embargo limar un ladito cada vez y sacar mas brillo si cabe.
No hace falta decir que mi tallador es un "diamante en bruto"(nunca mejor dicho), pero es lo mejor que me ha pasado en años y esta primera entrada personal e intima se la dedico a él, por que me ve perfecta dentro de mi imperfección.
P.D:tq

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